Investigadores extranjeros estrechan lazos y continúan colaboración con la UFRO

Impartir clases, dictar cursos, colaborar en investigaciones, participar en la producción de papers y ser parte del segundo Simposio Internacional de Suelo, Planta y Microorganismos, organizado por BIOREN-UFRO, cuatro destacados investigadores realizan estadías en esta casa de estudios.

Se trata del Dr. Roland Bol del Instituto de Bio-Geociencias de Alemania; de la Dra. Liliana Gianfreda de la U. Federico II de Nápoles, Italia; del Dr. LeoCondron de la U. de Lincoln en Nueva Zelandia y del Dr. José Miguel Barea del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.

Todos ellos han iniciado relaciones de cooperación internacional con la universidad, específicamente a través de BIOREN-UFRO, lugar donde el principal contacto es su Directora, Dra. María de la Luz Mora. Lo notable es que en el caso de los doctores Barea y Gianfreda, este nexo de colaboración académica data de hace más de 15 años y juntos, han podido llevar a cabo proyectos de visible notoriedad -ambos son profesores visitantes del Doctorado en Ciencias de Recursos Naturalesy con la Dra. Gianfreda comenzó el nexo con la U. Federico II de Nápoles, el que posteriormente dio paso a la doble graduación- que han contribuido a dar el sello de calidad en investigación de biorecursos en la UFRO. Para el caso de Bol y Condron, su colaboración es reciente, pero no por eso menos importante: sus áreas deexpertise están vinculadas a las nuevas tendencias en estudios de suelos. Bol experto en biogeoquímica, mientras que Condron es especialista en la dinámica del fósforo orgánico y en sistema de plantas y suelos.

Colaboraciones y algo más

“Vine aquí para ayudar y estoy dispuesto a dar cursos, trabajar en la escritura de papers conjuntos y por sobre todo, contribuir a todo los que los estudiantes necesiten. Es mi primera vez en el país y estoy muy interesado en iniciar una colaboración entre Chile y Alemania”, declaró el Dr. Bol. “Necesito traspasar mi conocimiento a otras personas, aprovechar las conexiones, relacionarnos con otros programas porque el Centro donde actualmente trabajo es uno de los más grandes de Alemania y queremos estudiantes extranjeros que se especialicen con nosotros”, agregó.

Para la Dra. Gianfreda, que por estos días dicta un curso de enzimas y medioambiente, además de colaborar en otros ámbitos, la historia que sustenta esta cooperación ha sentado las bases para una serie de trabajos académicos que van en directo beneficio de ambas universidades. “Esta es mi séptima vez en Chile y por estos días tenemos cinco jóvenes de la U. Federico II de Nápoles en pasantía en la UFRO y se han declarado sorprendidos y muy gratos del ambiente y modo trabajo, de las posibilidades que aquí se han abierto y de cómo el Núcleo en Biorecursos pone a disposición todo su equipamiento para que ellos trabajen”.

Por su parte, el científico neozelandés, quien se ganó una beca OCDE para esta estadía, comenta que está por segunda vez en Chile y su objetivo es que a través de ciertos estudios pueda establecer conexiones entre la dinámica del fósforo y los suelos volcánicos. “Esto se relaciona mucho con lo que yo hago en mi universidad, y desde mi perspectiva hay muchas similitudes entre Nueva Zelanda y Chile, especialmente en la agricultura. Tenemos temas y problemas comunes que podemos trabajar juntos”. Paralelamente, Condron está dictando seminarios para los grupos y alumnos de postgrado que estudian bioenergías, escribiendo publicaciones y ayudando en la traducción de resúmenes para el simposio.

Finalmente, el Dr. Barea –condecorado este año con la medalla Trayectoria de la UFRO- reafirma su compromiso con esta casa de estudios, son sus contactos y con pasión, dictando cursos a los estudiantes de postgrado, ayudándolos en la publicación de papers, siendo guía en tesis doctorales y en esta oportunidad, siendo parte del Simposio. “Hace más de 15 años que tengo nexos con la U. de La Frontera, tengo no solo colaboraciones académicas, también afectos personales, razón que me moviliza a venir con gusto a Chile y a Temuco, porque el conocimiento que he generado a lo largo de mi vida académica ha servido a muchos aquí y eso me llena de orgullo”.

Todos los investigadores concordaron que el desarrollo de la ciencia no solo es ganarse proyectos y escribir publicaciones científicas. Lo anterior es solo el resultado de una relación mucho más profunda y personal: un contacto cara a cara que les permite conocerse, instalar conversaciones, abrir espacios comunes, e incluso iniciar duraderas amistades que al final se traducen en trabajos científicos, porque todos comparten visiones similares respecto de temas, e incluso si son opuestas, pueden complementarse y generar el tan anhelado nuevo conocimiento.

Lorena Espinoza Arévalo

21/11/2014